Banquete
Impresión digital / lienzo
180 x 90 cm
2018
El tema de lo doméstico, los objetos cotidianos que hay dentro de una casa y que tenemos a la mano en nuestros espacios íntimos, siempre está presente en mi trabajo; ya sea mediante fotografías, pinturas matéricas o instalaciones de pequeño o gran formato.
La puesta en escena de una alegoría al recipiente donde va la comida, la ausencia de esta, es un canal de comunicación simbólico para expresar un estado de pensamiento. La mesa, el mantel y la persona que yace inerte bajo esta capa, las vivencias del «banquete”, es una ironía cuando se habla del vacío, de lo amargo del sacrificio y de los tantos límites que ha impuesto históricamente la sociedad a las mujeres.
Veo las obras en estados cinematográficos, móviles que, aunque la imagen dada por el artista es estática, hay referencias a movimientos ocultos que siguen relatando la historia desde la obra. Puede haber segundas y terceras personas detrás del cenital observando para saborear el manjar, o quizá todo un festín. La mujer en estado gravitatorio, solitario, ciega respecto a lo que está sucediendo al otro lado, carga consigo las dos dimensiones de lo posible, la vida o la muerte es un misterio. Una mesa puesta es solo un banquete como posibilidad, como futuro. Una mujer banquete es un observador.
Banquete
Impresión digital / lienzo
180 x 90 cm
2018
El tema de lo doméstico, los objetos cotidianos que hay dentro de una casa y que tenemos a la mano en nuestros espacios íntimos, siempre está presente en mi trabajo; ya sea mediante fotografías, pinturas matéricas o instalaciones de pequeño o gran formato.
La puesta en escena de una alegoría al recipiente donde va la comida, la ausencia de esta, es un canal de comunicación simbólico para expresar un estado de pensamiento. La mesa, el mantel y la persona que yace inerte bajo esta capa, las vivencias del «banquete”, es una ironía cuando se habla del vacío, de lo amargo del sacrificio y de los tantos límites que ha impuesto históricamente la sociedad a las mujeres.
Veo las obras en estados cinematográficos, móviles que, aunque la imagen dada por el artista es estática, hay referencias a movimientos ocultos que siguen relatando la historia desde la obra. Puede haber segundas y terceras personas detrás del cenital observando para saborear el manjar, o quizá todo un festín. La mujer en estado gravitatorio, solitario, ciega respecto a lo que está sucediendo al otro lado, carga consigo las dos dimensiones de lo posible, la vida o la muerte es un misterio. Una mesa puesta es solo un banquete como posibilidad, como futuro. Una mujer banquete es un observador.